construccion-grafico-subeLas grúas vuelven a estar presentes en la costa alicantina, tras los años de parón que siguieron al estallido de la burbuja inmobiliaria. La mejora de la situación económica, de las condiciones de acceso a financiación y el creciente interés de compradores extranjeros, particulares -Alicante es la provincia española con mayor número de residentes de países de la OCDE y Rusia, con un 11% de la población total- e inversores -ante la escasa rentabilidad de otro tipo de activos-, han propiciado una recuperación de la actividad promotora en los últimos meses, tanto con la reactivación de obras paradas, como con nuevos proyectos.

La provincia cerró el año pasado con 4.932 visados para viviendas -un 70,5% más que en 2014-, de los que 4.054 correspondían a nueva construcción, según el INE. Entre enero y abril, el número de visados tramitados ascendió a 2.178 y las previsiones del sector apuntan al nivel de los 9.000 en el conjunto del ejercicio, nivel que supondría superar los registros de 2008, según la Asociación de Promotores Inmobiliarios de la Provincia de Alicante (Provia).

«En 2017 podríamos ver ya un nivel óptimo para la situación actual del mercado y la evolución de la demanda, que calculamos entre 13.000 y 15.000 visados de obra nueva», detalla Jesualdo Ros, secretario general de Provia. Alicante llegó a alcanzar, en pleno boom inmobiliario, un máximo histórico de 48.133 visados en un año, en concreto, en 2006. «Ese nivel de actividad no va a volver», asegura Ros.

La provincia de Alicante encadenó, en 2015, el tercer año consecutivo de incremento de ventas, de en torno al 11%, hasta las 26.843 unidades, consolidándose entre las provincias con mayor volumen de transacciones por cada 1.000 habitantes -sólo por detrás de Madrid y Barcelona-. Este año se esperan nuevos aumentos. Hasta abril, se han formalizado 9.456 transacciones, lo que lleva la proyección anual por encima de las 28.300 compraventas.

Provia detalla que las promociones que se están poniendo en marcha son, en su mayor parte, de pequeño tamaño y financiadas, principalmente, con capital propio de promotores locales, aunque el flujo de crédito bancario ha vuelto al sector para dar cobertura a proyectos concretos, en los que la demanda está asegurada. «Estamos viendo también algunas operaciones en las que participan fondos e inversores extranjeros, pero siempre de la mano de un promotor de la zona», apunta Jesualdo Ros.

La mayor actividad promotora ha dinamizado, también, el interés por la adquisición de suelos, «aunque estamos hablando de pequeñas transacciones y a precios moderados», dice la tasadora Tinsa.

La demanda nacional de vivienda creció un 21% en 2015, pero es la extranjera la que ha sostenido al sector los últimos años: en 2015 centró 17.468 operaciones, el 65% del total. Según Provia, éstas sumaron una facturación de 2.270 millones -sin contar los impuestos-, lo que supone un 13% más que en 2014.

Fuente: eleconomista.es